El amanecer del planeta de los gatos...

Domingo 28 de diciembre, día de los santos inocentes. Como muchos días amaneciéndome en mi querida Sierra de Andújar en compañía de clientes deseosos de contemplar la biodiversidad de esta tierra; ciervos, muflones, gamos y algún conejo nos daban los buenos días entre niebla y frío, mucho frío. La mañana no pintaba mal. Hay días que sales con la misma ilusión de todos los anteriores pensando, hoy tiene que ser mejor que el anterior y con el deseo de quien te paga por tus servicios disfrute al máximo por observar naturaleza, que al fin y al cabo es por lo que vienen. y te contratan. Pero los caprichos de la naturaleza son infinitos, y ella decide cuando y como te mostrará cada una de sus caras.


Como decía la mañana no pintaba mal, tenia la intuición que hoy disfrutarían mis clientes y por tanto yo de algo especial, entre otras cosas tres de los ocupantes eran niños, y ademas aunque de madre española crecen en tierras alemanas de donde es original su padre. Tenían la ilusión de ver animales, cualquier resto fósil, plumas, etc., era susceptible de cogerlo, estudiarlo e intentar llevárselo para compartirlo más tarde con sus colegas de cole. Uno de ellos era más exigente en sus preferencias de observación y llevaba tres días diciéndole a la madre la ilusión que le haría ver un lince.

En nuestra visita fuimos disfrutando de mucha fauna a nuestro paso, algunos mamíferos y muchas aves forestales. Hay zonas publicas por donde nos movemos con nuestros clientes que normalmente cuando vemos mucha gente aglutinada huimos, pero ese día era imposible avanzar en nuestro camino, por tanto, una vez que nos encontramos el camino taponado por diferentes coches, situación que por cierto la administración debería buscar alguna solución y habilitar espacios para dejar los vehículos, nos decidimos a bajar para averiguar que pasaba para que hubiera tanta gente aglutinada allí. Yo ya me me imaginaba que podía ser, pero nunca que estuviera a tan pocos metros.


Caras conocidas, saludos, y lo mas importante, un rugir continuo de enfado, desafío, miedo tal vez?, me informaban que había dos linces, macho y hembra que parece que estaban en la pelea del "me gustas, no me gustas".

 Yo al principio y tras ver la cantidad de observadores que había y conociendo un poco a la especie, me temía lo peor, estos animales están "acojonaos" y el rugir bajito que tienen es de susto, en cualquier momento salen pitando...


Pero no, no fue así, aunque realmente la cantidad de gente que había le incomodaba y los intimidaba un poco, efectivamente estaban en pleno juego de seducción e intento de reproducción, más por parte del macho que de la hembra, que quizás no paraba de demostrarle rechazo tras rechazo, evidencia de que no estaba todavía preparada o que el macho era joven y poco hábil en el arte del acercamiento y convencimiento de que él era la mejor elección.

A partir de ahí, fueron una sucesión de escenas  de las cuales nos hicieron alucinar a todos, a los que más, a mis pequeños clientes que no se perdieron detalle de tal acontecimiento y que no solo lo llevan en el recuerdo de su retina, sino que también lo inmortalizaron con su pequeña cámara. Objetivo conseguido una vez más!!!



La naturaleza como siempre, sorprendiéndonos, dejándonos boquiabiertos, sin palabras, unos de los mejores momentos vividos en la Sierra en mis más de 20 años de deambular por la misma, eso sí, más acompañado que nunca de gente!



Mi deseo para este año que acaba de comenzar con respecto a la naturaleza es que, la población de conejo empiece a crecer y que la dichosa enfermedad que merma la población cada vez más, empiece su declive por el bien de nuestro gato clavo...


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